Para la mayoría de los mortales, el primer día en la práctica de cualquier deporte resulta, en un principio, abrumador y desconsolador a partes iguales, sobre todo si este se practica en lugares por los que no estamos acostumbrados a transitar y si requiere una equipación especifica como pueden ser el esquí o el golf. Adaptarse a los accesorios, al terreno de juego, al reglamento, a los códigos de conducta…, es complicado.