En el mundo del golf, la personalización de la vestimenta, equipación deportiva y accesorios se ha convertido en una forma habitual de los jugadores de reivindicar su propia personalidad durante el juego.
Los guiños hacia proezas conseguidas en distintas competiciones, apodos, gustos estéticos y musicales, etc., imprimen carácter a una vestimenta que, por lo general, sigue a pie juntillas un código preestablecido, a veces demasiado encorsetado y formal para los jugadores más jóvenes.