Sí, estar en forma mejora el juego. Mantener una adecuada tonificación muscular brinda a nuestros golpes mayor control y potencia, es decir, nos permite cubrir distancias más largas y dibujar la trayectoria deseada para nuestra bola, reduciendo así el margen de error. Sin mencionar otras cualidades importantes para nuestro “swing”, que mejoraremos sin dudarlo, como la elasticidad, la flexibilidad, la resistencia pulmonar, la relajación, la coordinación, la capacidad de concentración y el nivel de exigencia.