¿Es el golf un deporte elitista?

El golf es originario de Escocia (S.XV), entonces todas las clases sociales practicaban este deporte. Sin embargo, el primer club de golf (1774), empezó a inclinar la balanza hacia las clases más favorecidas, con sus pagos de cuotas, entornos retirados y elegantes, códigos de vestimenta y sus conversaciones entre iguales. Por tanto, se dice que el golf empezó a convertirse en un deporte elitista a causa de la proliferación de los clubes privados, un deporte elitista de la clase alta que podía costearse el juego y la pertenencia a los clubs.

Por otra parte, muchos de los sistemas políticos que contemplaban la práctica del golf como algo burgués, han ido cambiando recientemente su punto de vista y lo ven ahora como una fuente de ingresos por el turismo que se genera en torno al golf.

En España, a partir de los años setenta se produjo un cambio fundamental gracias entre otras cosas a la repercusión de los éxitos de Seve Ballesteros, que acercó el golf a todos los sectores convirtiéndolo en una verdadera actividad deportiva y poco a poco aparecieron nuevos Clubs de Golf menos restrictivos y algunos campos públicos. Aún así, el golf no es un deporte de masas, al menos en nuestro país. En otros países es posible ver jugar en el mismo club a un electricista contra un notario. En 1967 había en España 2.501 federados y en 2010 cerca de 332.000. A pesar de que el incremento anual de licencias se ha mantenido desde esa fecha, esta cifra sólo supone un 0,7 por ciento del total de la población, generalmente de clase media-alta, en comparación con otros países como Suecia, 6%, o el resto de Europa entre el 1 y 3%.

En España, la mayoría de los campos están en zonas turísticas de clima soleado y presentan el problema de la sequía, algo que a la opinión pública en los años noventa no sentó bien. Pero según un estudio de HSBC, los campos de golf serán para el año 2020 un "centro de conocimientos" en la gestión del agua, la conservación y la biodiversidad. Actualmente ya existen en España campos gestionados con agua reciclada o con energía solar.
Es un hecho que el elitismo todavía no ha desaparecido, pero en la actualidad se ha convertido en un juego abierto y accesible para la mayoría. Además es divertido, sano y se puede practicar con edad avanzada. Por lo tanto, es la incultura hacia este deporte, tanto de los estamentos encargados de fomentar el golf, como de aquellos que sin conocerlo lo rechazan considerándolo como una actividad de recreo propia de unos pocos, la que lo considera un deporte elitista reservado a unos pocos. Poco a poco, este mito típico asociado al golf va desapareciendo. Por un coste aproximado de 300 € una persona puede equiparse y dar clases a partir de 12€ la media hora. Además existen clases en grupo que suelen ser más económicas. Y ¿cuánto cuesta una raqueta de calidad media, una bicicleta, o un móvil de última generación?. Está claro que es una cuestión de prioridades.

Gracias al dinero que mueve el golf en este país (más del doble de lo que gasta un turista convencional), la creación de complejos que incorporan campos de golf y minigolf, los medios de comunicación que hablan de este deporte y el apoyo de gigantes de las comunicaciones con canales como Canal+ Golf, este deporte renace en este país y gracias a las redes sociales, cada día más golfistas como Spieth o McIlroy empiezan a hacerse un hueco.

Imagen de Buengolpe Medios
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